Regalar unos pendientes colmillos de jabalí a tu madre, a tu pareja, a una persona especial es perfecto para tener un detalle significativo y no solo de valor económico sino de demostrar que la persona a la que regalas le das el valor que se merece. ¿Por qué es tan difícil hacer un regalo? A todos nos gustan que nos hagan regalos, pero no todos los regalos nos gustan. Apreciamos el detalle y lo tenemos en cuenta pero cuando se acierta el acto es casi mágico. Recibir un presente que no nos provoca ningún tipo de ilusión es algo muy habitual. Con el tiempo vamos aprendiendo a poner cara de póquer cuando desenvolvemos un paquete y vemos que nos han regalado el enésimo pijama.
Entonces te preguntas si existe el regalo perfecto y que te quite el quebradero de cabeza. Para acertar con una persona a veces hay que hacer de adivino y es mucho más difícil de lo que parece. Porque intentamos encontrar que le gusta, en que está interesado o interesada. Y le damos vueltas a cualquier mínimo detalle. Pero regalar oro siempre fue un acierto, porque a todos nos gustan. Regalar un pequeño colgante bruja de oro para colocar en el cuello en una ocasión especial. Para lucir. El oro es para siempre.