En fotografía existen diferentes tipos de iluminación en función de diversos parámetros, que pueden determinar el grado de dureza de la luz, la temperatura de color de la misma, etc. todo en función del efecto que deseemos obtener.
Pero a grandes rasgos y de una forma muy general, se pueden distinguir dos tipos principales de iluminación: la iluminación natural y la artificial. La iluminación natural es aquella que obtenemos de la naturaleza, es decir, la que nos proporciona el sol, mientras que la artificial es aquella que nos dan los diferentes aparatos de iluminación como los focos o el flash. A pesar de su potencia, la gran desventaja de la luz natural es su carácter cambiante, ante lo que no podemos atenernos. Con el alquiler de material de fotografía e iluminación siempre vamos a controlar todos los parámetros, tanto para interior como para exterior, por lo que no dejaremos nada al azar.
Lo que sí queda claro es que sin luz, sea del tipo que sea, no hay fotografía, por lo que es la mejor aliada del fotógrafo.