Cuando hablamos de trabajos de riesgo englobamos en esta clasificación el desempeño de aquella profesiones que por su naturaleza exponen al trabajador a actividades que puedan dañar gravemente la salud física y mental del mismo.
Ejemplo de ello son sectores como el de la minería, la industria química, los bomberos, la construcción, los electricistas, las plataformas petrolíferas, etc.
Estas profesiones son desempeñadas a diario por profesionales cualificados y con experiencia. Pero esto solo no basta, pues es necesario que se extremen las medidas y protecciones en el desempeño diario de sus profesiones.
Para ello las empresas cuentan con medidas y equipos de protección, entre las que destacamos, por ejemplo, el calzado antideslizante o las camisetas térmicas para trabajar. Estos elementos previenen los accidentes y, en caso de producirse, protegen físicamente al trabajador de sufrir daños severos por deslizamientos, exposiciones a agente químicos o radiaciones, exposiciones a temperaturas extremas, golpes y contusiones con objetos contundentes, etc.