Los dispositivos electrónicos evolucionan cada vez más rápido y, de donde parece que no se puede exprimir más, sacan más y más aplicaciones, propiedades y extensiones que hacen de estos dispositivos aparatos cada vez más perfectos. Sin embargo, hay algo que no suele variar y que, en contraposición, cada vez empeora más, y es la fragilidad. Parece que estos dispositivos son, a medida que avanzan, más frágiles, por lo que es usual que reparar roturas de pantallas sea la operación más habitual.
El iPad es el dispositivo que más ha crecido en ventas en los últimos años, debido principalmente a todas sus características y aplicaciones para diversos usos: laboral, educativo, ocioso, etc. Pero, de igual manera, reparar la pantalla del iPad también es una operación cada vez más habitual. Lo principal es evitar esta rotura empleando funda protectora y falso cristal. La principal causa de roturas no es el golpe en sí, sino la falta de protección. Una vez roto, la solución es sencilla: acudir a sustituirla a alguna empresa de reparación de dispositivos especializada.